Espantoso atentado contra una mujer en las puertas de su casa en Bosa
DOS TIROS MORTALES A LAURA
Del hecho solo quedó un charco de sangre y el cuerpo sin vida de Laura Gutiérrez. El acto sicarial se presentó en la Calle 74C Carrera 88J -44 barrio Villa Ema. CTI en la investigación.
Dolor es el sentimiento que se apodera de una familia y conocidos de una joven de 18 años, de nombre Laura Marcela Gutiérrez Vélez, quien fue asesinada hace pocas horas en un predio del barrio Villa Ema de Bosa, ubicada en la Calle 74C carrera 88J – 44. La joven mujer recibió dos letales impactos de bala en la cabeza, por parte de un sujeto que tocó la puerta y en el momento que la hoy occisa se asomó, le descargó los tiros. La confusión fue total por parte de una de sus amigas que hacía pocos minutos estaba compartiendo con Laura un café.
Los hechos
De acuerdo con versiones, Gutiérrez Vélez (fallecida) horas antes del atentado se encontraba en su casa ejecutando oficios varios. En esta labor tardó hasta las horas del mediodía. Luego de haber almorzado se retiró a su recamara a tomar un corto descanso. Parecer ser que más tarde salió a comprar varios artículos y al regresar se encontró con una amiga con la que compartía la vivienda y se entregaron al dialogo. Las horas pasaron y las dos mujeres extendieron el dialogo.
Detalles
Las amigas comenzaron a preparan un café y esperaron un momento. Una vez servidos en las tasas, se sentaron en la mesa y sorbo a sorbo empezaron a saborearlo. De un momento a otro tocaron a la puerta y Laura Marcela se levantó, se dirigió a la puerta, la abrió y se encontró con un amigo y hablaron un rato. Luego se despidieron y nuevamente Laura Marcela Gutiérrez ingresó a terminar el café.
El atentado
Pasaron aproximadamente unos 10 minutos, cuando de un momento a otro volvieron a golpear en la puerta. De nuevo la joven mujer se dirigió a la salida pensando posiblemente que era el sujeto con el que había dialogado hacia unos minutos y abrió. En ese momento se topó de frente con el sicario, quien sin mediar palabra alguna, alzó el revólver dirigiéndoselo a la cabeza. El matón le disparó propinándole dos impactos de bala.
Muerte
El homicida guardó el ‘guayo’, lo guardó y huyó. Una de las versiones apunta a que se subió en una bicicleta y desapareció del sitio sin dejar huella alguna. Más tarde llegó la Policía que acordonó el sitio para dejar la escena del crimen a las Unidades del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, que realiza todas las investigaciones para determinar cuáles fueron las causas del crimen que tiene consternada a la comunidad de Bosa. Un manto de duda envuelve el hecho.
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