Homicidio en las puertas de una casa en la calle 181A carrera 16- 22 de Usaquén
ENGAÑO MORTAL EN SAN ANTONIO
Julio Idamari recibió dos impactos de bala, cuando salió de un inmueble a recibir una botella de licor. El hombre minutos más tarde murió. El sicario vestía prendas de domiciliario.
El hecho tiene confundidos a los residentes de la calle 181A carrera 16- 22 de Usaquén, tras enterarse del cruel crimen en las puertas de una casa del barrio San Antonio. El hoy occiso de nombre Julio Alejandro Idamari de 30 años, había recibido un mensaje del chat, que un domiciliario había llegado con una botella de Ron Cacique y que saliera para entregársela. El hombre salió y lo mataron. Las unidades del CTI de la Fiscalía se hicieron cargo del hecho.
La historia
Julio Alejandro Idamari de nacionalidad Venezolana, y quien según versiones vivía cerca al sitio de los hechos, se contactó con unos conocidos con el fin de compartir un rato. Idamari una vez cuadró la cita, se retiró a realizar varios oficios en su casa, para dejar todo ordenado y de esta forma asistir a la reunión con toda tranquilidad. Pasadas las 5:00 pm, se alistó y salió del hogar rumbo a la calle 181. Presuroso avanzó por las calles con la esperanza de encontrarse con los paisanos. Cruzó varias avenidas y luego de un largo trayecto a pie llegó donde fue recibido con bastante alegría.
Diálogo
Una vez al interior de la casa y sentado cómodamente en uno de los sillones de la sala, empezó el dialogo sin pensar que la muerte estaba por llegar en cualquier momento. La tertulia era muy amena y la cordialidad reinaba en el sitio. Pasaron unos minutos y de un momento a otro al celular de Julio Alejandro le ingresó un mensaje, donde le decía que estuviera atento porque le iba a llegar una botella de ron. Sorprendido por el mensaje esperó para recibir el trago.
Espera
Pasaron unos minutos y de nuevo le sonó el celular donde le decían en el WhatsApp que saliera rápido que el domiciliario estaba listo en la puerta con el botellón de Cacique. Todo parece indicar que les dijo al grupo que no se demoraba y que iban a realizar un brindis. Lentamente salió, se acercó a la puerta, giró la perilla y salió. Cuando estaba afuera se encontró de frente con el sicario, quien velozmente alzó ‘El Guayo’ que llevaba, apretó el gatillo y le propinó dos impactos de bala que hicieron blanco en su humanidad. Julio Alejandro Idamari, cayó al piso sin sentido y enseguida un torrente de sangre manchó la calle.
Zozobra
Los contertulios al escuchar las detonaciones salieron a mirar que había ocurrido y sus rostros palidecieron al ver a Idamari tendido cerca de la puerta. Del agresor se supo que dio media vuelta y se subió a una motocicleta donde estaba esperándolo su compinche, quien aceleró el velocípedo y se perdió de la escena del crimen con rumbo desconocido. La policía llegó más tarde al lugar y acordonó el sitio para dejar la escena de muerte a las unidades del CTI de la Fiscalía. En este momento las investigaciones se abrieron en torno a este violento hecho, que se produjo en Usaquén. El cuerpo del joven venezolano se encuentra en las instalaciones de Medicina Legal.