Saliste un día de fiesta, con algunos amigos, llegaron a un bar agradable, gente linda, todos felices y tu liberando todo el cansancio del trabajo y dejando olvidados los problemas, para bailar, tomar y divertirte.
En medio de la fiesta, te presentaron a alguien de quien ni siquiera escuchaste bien su nombre, llegó a tu mesa con otro grupo de amigos que alguno de los tuyos conocía, entonces terminaron siendo un grupo de amigos desconocidos.
Pero esto no importó, compartieron la cuenta, pidieron trago para todos, pusieron tus canciones favoritas y de repente estabas bailando más de lo normal con una sola persona del grupo de desconocidos.
Piensas que esta persona es atractiva, huele bien, baila bien, es buena conversando, pero algo no te gusta, tiene un ‘no se que’ por el cual no llegarías a una relación amorosa, sin embargo no puedes decir que es.
Preguntas a los demás, por esa persona, te dan las referencias normales, el juicioso en el trabajo, estudia tal cosa, es una personas normal y claro esperabas descubrir que estuviera comprometid@ pero no, entonces piensas porque esta persona no tiene una relación amorosa y la respuesta es que nadie sabe, lleva un par de años sin una pareja estable.
Esta persona sigue acercándose a ti y piensas que todo parece estar bien, buenas referencias, libre, físicamente agradable, qué podría salir mal. Entonces te dejas seducir, te entregas a sus insinuaciones.
Bailan de ahí en adelante solo los dos, se están conociendo y claro el licor cumple con su deber, en el momento menos esperado llega el primer beso, es una buena experiencia y quieres seguir besandol@
Por supuesto en medio de la luz baja y el ambiente sensual vas empezando a desear esta persona, buscas sus besos más seguido que al principio, besa bien y de repente sientes su mano en un lugar prohibido de tu cuerpo. Deberías detenerlo, pero te gusta mucho lo que hace con su mano, no puede evitar disfrutarlo.
El mundo se detiene y solo estas con esa persona, te excita hasta su forma de mirarte, entonces te toma de la mano y en medio de la fiesta te aleja del grupo, en un segundo estás en el baño del bar, la puerta está cerrada y solo tienen unos pocos minutos antes de que llegue alguien a golpear.
Por supuesto la aprovechan, tienen sexo rápido, quieren calmar sus ganas de inmediato, llevaban tanto tiempo en la previa que todo fluyo, terminaron y salieron con sigilo, algunas personas los vieron pero se rieron de verlos salir felices, todo quedó tranquilo.
Su olor estaba en tus manos, tu ropa, tu piel, en todos lados, lo hicieron pero las ganas no se pasaban, fue muy emocionante.
Al terminar la fiesta te invitó a su casa y tus amigos no te dejaron ir con él, te dijeron que estabas muy borrach@, que finalmente lo acababan de conocer y todo los demás, y lo otro que recuerdas fue despertar en tu casa, con una resaca insoportable.
Los recuerdos de lo que sucedió llegan a tu cabeza por pedazos, aún sientes el placer por todo el cuerpo, la verdad quieres hablar nuevamente con esta persona, buscas su teléfono, recuerdas que lo anotaste y claro no lo anotaste, no por lo menos en el celular, ni en un papel en tu bolso, ni un WhatsApp, solo te queda esperar que te llame.
Te llama tu mejor amiga y te pregunta en tono represivo que hicieron esos 15 minutos que se perdieron y tú solo puedes decir que estaban tomando aire, no puedes preguntarle a tus amigos por él y lo peor es que nunca escuchaste su nombre, no sabes cómo se llama.
Finalmente nunca supiste nada más de esa persona, puso haber sido un sueño húmedo lo que pasó, nunca volvieron a verse y nunca te llamo, tampoco sabes si se quedó esperando tú llamada, así es la vida, estas cosas pasan.
Ahora poder poner chulo en la lista de cosas de la vida dónde dice sexo con un extraño y también puedes poner chulo en sexo en un bar.
No es la historia textual de todos pero más o menos es así como llegas al sexo con alguien que no conoces, solo te queda sonreír con lo que pasó y quizá masturbarte algún día con el recuerdo de sus manos sobre tu cuerpo.
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