Quien no ha sonreído con esa frase. Ya sea risa nerviosa o vergonzosa o quizá risa burlona. Total todos sabemos a qué se refiere.
Esta frase surge de los jóvenes o adolescentes de hace una cuantas décadas, que no estaban tan familiarizados con métodos preservativos y consideraban que si el hombre no introducía el pene completo, era incapaz de embarazar una mujer, claro con el tiempo esta teoría se desmintió con niños que surgieron de estos encuentros.
Pero también se ha convertido en un juego que a muchos les excita, ya que el hombre tiene muchas terminaciones nerviosas en la punta y es donde más sensible es su miembro, por lo que cualquier cosa que suceda en esta parte le causará mucho placer.
Por otro lado si con la puntica, el hombre logra encontrar el clítoris de la mujer y sobarlo de forma especial la puede volver loca.
Esto desmiente un poco la teoría de que el tamaño importa, pero será tema de otro día.
Si nunca lo has hecho, jugar en la cama con la puntica puede resultar muy divertido y placentero para los dos, si prefieres tomar el pene de tu compañero y llevarlo hasta la zona que más te guste, él te lo agradecerá.
Pero recuerda que también es la zona más sensible y delicada por lo que debes ser muy cuidadosa y cariñosa.
Si estas una pareja gay de dos hombres, jugar con la punta es algo que practican algunas parejas y les puede resultar muy divertido, en algunos casos se dificulta mantener la puntería para juntar las dos puntas sin enloquecer de placer y pasar a otra posición.
Por lo tanto ‘la puntica’ súper recomendada y claro recuerda siempre que la protección es lo más importante en cualquier tipo de relación.