Marie Hargreaves necesitó de 60 años para poder superar el abuso físico y sexual que sufrió de pequeña de parte de una monja en un hogar de paso.
La pequeña Marie nació en una familia extremadamente pobre, eran siete hermanos y ella era la mayor.
Sus padres no daban abasto por su pobreza y poca educación.
Su madre decidió solicitar ayuda de los Servicios Sociales, quienes hicieron una visita a la casa y verificaron la situación.
Días después les dijeron a Marie y a su hermano que unas personas los llevarían a unos días de descanso, sin imaginar que allí empezaría su tragedia.
Las mujeres los subieron a un carro y llegaron donde unas monjas, en este lugar fue recibida por niñas de su misma edad que la bañaron y después raparon todo su cabello.
Esta situación causo gran desconsuelo en al niña, pero evitaba llorar porque cada vez que las monjas la escuchaban era castigada.
Un día se encontró por casualidad con su hermano, los dos emocionados se abrazaron y consolaron.
Pero cuando las monjas vieron eso la llevaron a una habitación donde fue amarrada, golpeada y arañada por turnos de 4 o 5 niñas.
Después pasó días encadenada a su cama para evitar que escapara.
Pero de repente todo se puso peor, un día una de las mojas llama Isole la sacó de la fila del almuerzo y la llevó bruscamente a su habitación.
Donde después de ser tirada a la cama y golpeada.
De repente empezó una de las niñas mayores a tocarla debajo de su ropa interior.
Este fue el primer día de una larga cadena de abusos sexuales de parte de otras niñas bajo la supervisión de una de las monjas.
Los abusos físicos y sexuales duraron un par de años hasta que Marie cumplió siete años y el lugar de monjas cerró. Entonces ella y su hermano volvieron a casa.
Marie nunca fue capaz de confesar lo que le había sucedido, a pesar de que la policía la contacto porque estaban investigando los abusos de la monja Isole, en esa oportunidad sobre la parte física nada más.
Solo un par de años después, cuando se enteró de la muerte de la malvada monja.
Fue capaz de contarle a la policía y sus familiares del abuso sexual que sufrió.
“Es algo que nunca voy a sacar de mis sentimientos” dijo.