noviembre 10, 2024

Karol

Karol tiene 44 años y una hija de 13 años a la que espera ver hacer en la vida todo lo que ella no pudo.

Nació en una familia muy humilde, sin embargos sus padres se pusieron un objetivo en común y era darle la mejor educación a la niña.

Él trabajaba como maestro de obra y ella era impulsadora de una marca de aseo, sus salarios no eran ostentosos pero podían vivir tranquilamente.

Los padres buscaron un colegio privado, las cuentas quedaban muy ajustadas pero decidieron hacer el sacrificio ya que era la meta que se habían puesto.

Pero esta era la única cosa que la pareja tenía en común, no había amor entre ellos, no había compañía ni siquiera respeto.

Karol creció en un hogar donde solo se hablaba de las notas, los promedios y los reconocimientos especiales, porque sus padres escasamente se hablaban.

Pasaron los años y la niña aprendió que esa era la prioridad, era poco cariñosa y las peleas entre sus padres le parecieron normales.

Terminando el bachillerato, los papás habían logrado pagar la casa donde vivían, nunca tuvieron más hijos, seguramente ni siquiera tuvieron nunca más intimidad, pero era la hora de la universidad.

Hicieron un esfuerzo más, dos créditos, hipoteca de la casa para que la niña pudiera ir a una universidad privada, no olvidaban su obsesión conjunta de darle la mejor educación.

Karol tenía buenas notas y entró fácilmente a la universidad, inclusive algunos semestres consiguió descuentos por su promedio alto, no fueron en vano los esfuerzos de sus padres.

La joven conoció un hombre en la universidad, era varios años mayor que ella, pero de muy buenas condiciones económicas, era como si el sueño se hubiera completado y sus padres podían sentirse complacidos, porque todo encajaba perfecto.

La pareja se comprometió y empezaron a organizar matrimonio, él pagó los gastos y empezó su vida con Karol en las mejores condiciones, mientras ella cursaba los últimos semestres. Al graduarse trabajaría en la empresa que Carlos su esposo, tenía con sus dos hermanos.

Casada la hija, los padres no tenían nada que los uniera, la joven se encargó de pagar los créditos de su estudio, con ayuda de su esposo y los padres vendieron la casa para repartir por mitad, cada uno tomó su rumbo.

Llegó la hija al hogar, una niña inteligente como su madre a la que llamaron Katy y todos vivían bajo la normalidad de la vida, hasta un día que Karol sufrió un accidente de tránsito.

Estuvo una semana en coma y al despertar le detectaron un terrible síntoma, una enfermedad que los médicos no podían explicar, pues ella solo recordaba cosas malas de su mamá y cosas buenas de su papá. Lo demás lo recordaba todo normal.

Empezaron miles de exámenes, psiquiatras, psicólogos, neurólogos, nadie podía establecer que había sucedido ni como curarlo, el caso es que Karol no quiso ni volver a ver a su mamá y se aferró terriblemente a su papá.

Pasaron los años y nunca le dejó ni siquiera conocer a su nieta, odiaba a su madre, no soportaba estar en el mismo lugar con ella.

Después de muchos intentos la mamá de Karol decidió irse a otra ciudad pues solo recibía desprecios y así pasaron diez años hasta que empezó la adolescencia de Katy.

Para Karol las cosas estaban tranquilas, no le hacía falta su mamá y disfrutaba de la compañía de su papá y su esposo y nunca logró cambiar los estragos que su enfermedad le dejó en la mente.

Hasta el día que la Katy le pidió conocer a su abuela, ese día recordó todas las veces que la echó de su casa, todas las veces que no le contestó el teléfono y que ni siquiera sabía dónde vivía.

Además de luchar con ese terrible sentimiento de odio que sentía hacia su mamá, que aunque los médicos decían era inexplicable, para ella era un montón de recuerdos de toda su vida.

¿Tú qué harías en el caso de Karol, permitirías que tu hija conociera a su abuela, en qué condiciones?

Final caso de Fernanda: Ella averiguó más sobre la vida de su padre, con otros familiares y amigos y descubrió que su madre lo había alejado porque él intentó abusar de Fernanda cuando era niña, su madre no pudo soportar este golpe y por eso tomó esa posición.

Entonces ella entendió que no estaba preparada para asumir la maternidad y no quiso hacerle a su hijo lo mismo que le hicieron a ella, entonces decidió darlo en adopción. Después de entregar el pequeño se fue de la ciudad y se alejó completamente de su papá y su mamá.

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