
La tan esperada primera vez para casi todos, generalmente no sucede como se lo ha imaginado, de hecho casi nunca es planeado, pero si deja muy marcada a las personas para el resto de su vida sexual.
“Mi novio y yo sentíamos ganas de hace tiempo de estar juntos, buscábamos la forma de hacerlo pero éramos adolescentes y era difícil.
Cada vez que nos veíamos era igual de apasionado, casi ni hablábamos, nos dedicábamos a besarnos y a explorar nuestros cuerpos muy tímidamente.
Lo hacíamos mientras los padres en las casas se ocupaban de cualquier cosa, no teníamos que decirlo, cada vez que estábamos solos caíamos el uno encima del otro con más deseo que la vez anterior.
Sin embargo nunca alcanzaba el tiempo ni era el lugar para llegar a tener sexo real, aunque estuvimos muy cerca de orgasmos con solo rosarnos.
Pero un día, a uno de los dos lo mandaron a cuidar la casa de un familiar que estaba de viaje y vimos la oportunidad de pasar la noche juntos.
Dijimos mentiras, planeamos llegadas y salidas, hablamos de lo emocionante que iba a ser, por fin lo podríamos hacer.
Llegó el momento, el plan funcionó a la perfección, estábamos allí juntos desnudos sin saber qué hacer.
Intentamos los besos y las caricias que antes nos prendían tanto, pero fue diferente, no estábamos escondidos y algo faltaba.
Finalmente lo hicimos, perdí mi virginidad y él también y no fue lo que esperaba, no hubo el placer que pensaba, ni la pasión de antes.
Sentí frio, dolor y cansancio, mientras él inventaba maromas para que eso fuera lo más parecido a cualquier película que hubiéramos visto.
Lo bueno es que después tomo un mejor rumbo, la pasión fue apoderándose de los momentos, crecimos y pudimos encontrar otros espacios, pero no quisiera repetir la primera vez”
Este relato es casi el mismo para la primera vez, es complicado, se siente nervios, miedo de no hacer lo correcto y hasta dolor, pero pronto las personas van encontrando la forma de mejorarlo.
Si estás a puertas de tu primera vez, no te preocupes, todo saldrá bien, quizá algunas cosas no sean perfectas pero hay que practicar.
Recuerda que siempre debes usar protección y solo debes hacerlo si sientes ganas y crees qué tienes la preparación para hacerlo, de lo contrario no te dejes presionar siempre habrá una nueva oportunidad.