Cristina lleva 15 años de casada, tiene un hijo de ocho y los primeros años al lado de Rodolfo, su esposo fueron los mejores de su vida.
Se conocieron jóvenes y eran de esas parejas compatibles, que no peleaban, siempre estaban de acuerdo en todo y eran el ejemplo y a la vez la envidia de muchos.
Pasaron años de felicidad, les gustaba mucho salir de rumba, tenían muchos amigos y se divertían bastante o por lo menos eso parecía.
Después de siete años de casados y dos de novios llegó un bebé a su vida y las cosas empezaron a cambiar en la pareja, el bebé por supuesto tenía la prioridad y las actividades románticas empezaron a quedar aplazadas.
Cuidar el bebé no fue fácil para la pareja, no podían dormir hasta tarde, no podían salir de rumba, pero parecía no importar porque estaban felices con su hijo.
Los años pasaron y se las arreglaron para mantener la llama viva, sin embargo como cualquier pareja las cosas empezaron a enfriarse.
Cristina y Rodolfo tenían un negocio de alquiler de fincas en las que actuaban como intermediarios, eso les permitía manejar su tiempo y compartir juntos en casa, lo cual fue muy divertido mientras estaban bien, pero después cuando todo cambió no era tan entretenido estar juntos todo el día.
Como eran una pareja abierta y de mente abierta acordaron que uno de los dos encontraría una actividad fuera de la casa, antes de que la relación se dañara y también tratarían de darle acción.
Por lo que Cristina encontró una opción también en finca raíz pero en una inmobiliaria, que también le permitía manejar su tiempo, estaban cumpliendo su plan de alejarse un poco durante el día, para buscar revivir la pasión.
Pasaron los años con esta rutina y las cosas se tornaron normales, su hijo creció y ellos seguían en lo suyo, aún se amaban bastante y soñaban con hacer cosas como antes.
Un día Cristina conoció un hombre, que era uno de sus clientes, era más joven que ella, muy divertido y muy parecido a Rodolfo cuando tenía esa edad.
Ella no pudo evitarlo, se enamoró de Carlos en el mismo instante en que lo vio, él por su parte demostraba interés pero no se atrevía a lanzarse, pues consideraba que ella no le iba a prestar atención.
Finalmente un día, él se atrevió y la llamó, le dijo que quería invitarle un café en agradecimiento por su colaboración en la compra de un local que el joven estaba haciendo para su negocio.
Se encontraron y el café se alargó, se quedaron hablando y descubrieron la química que había entre ellos. Cristina se sentía como años atrás cuando fue tan feliz con Rodolfo.
Después del café empezaron a verse y salir, comenzaron una relación que era muy apasionada.
Cristina sabía manejar muy bien la situación con su esposo, él no sospechaba nada, cada uno estaba en lo suyo y el matrimonio marchaba normal.
Los amantes llevaban un par de meses juntos y decidieron darse una escapada a un motel, ella cuadró con Rodolfo, le dijo que tenía actividades del trabajo, que eran normales y en las que su esposo no vio sospechosas.
Por su parte él le dijo que se quedaría en casa, pero que si un amigo lo llamaba saldría con él, por lo que los dos quedaron tranquilos.
Cristina estaba loca por pasar ese rato con el joven que la enloquecía, llegaron al motel y no lo pensaron dos veces, empezaron la acción de inmediato.
Llevaban en el motel aproximadamente una hora, cuando empieza un olor extraño a impregnar el sitio, ellos trataron de descubrir de qué se trataba cuando de repente golpean fuertemente en su puerta.
- Bomberos!! Somos bomberos, por favor salgan lo más pronto posible, hay una emergencia en el sitio.
Ellos por supuesto se asustaron, se medió vistieron y salieron, un bombero en el corredor les dio indicaciones para salir, caminando al lado de ellos, les dijo que se había generado un incendio en uno de los pisos, que debían ir hasta un salón que habían dispuesto para todas las parejas donde revisarían que estuvieran bien.
Ellos siguieron las instrucciones de los bomberos y se dirigieron al sitio, Cristina no tenía idea lo que le esperaba.
Al entrar al salón los recibió un paramédico, les preguntó si se sentían bien, les ofreció una cobija y les pidió que se sentaran ya que iba a dar prioridad a quienes estaban afectados por el humo.
Pero al dar un par de pasos más Cristina vio una persona conocida, que estaba también en paños menores y que se abrazaba con una mujer que también era conocida.
Se trataba de Rodolfo que estaba en el mismo motel con Sabrina una amiga de la pareja de hace muchos años.
En ese justo instante levantaron la mirada y vieron a Cristina pálida mirándolos, no sabía si molestarse o salir corriendo, todo su mundo se derrumbó en ese momento.
¿Qué harías en el caso de Cristina, terminar definitivamente el matrimonio o buscar la forma de salvarlo?
Final de la historia de Angélica: Han pasado cinco años más y no ha dejado de buscar a su hija, sin embargo toda la familia ha estado en tratamiento psicológico y lo seguirán tomando hasta el día que Paula aparezca.