La segunda venida de Jesus al mundo estaba anunciada para ayer 28 de enero y un pastor Gabriel Alberto Ferrer había convencido a sus seguidores que la cita era en el corregimiento Isabel López de Sabanalarga Atlántico, sin embargo esto no sucedió.
Según indican los testigos, desde que el líder religioso anunció el día del juicio final, reunió a toda la iglesia Cristiana Berea en su propia casa desde donde se estaban preparando para el importante momento.
Muchos de los esperanzados creyentes hicieron ayuno durante varios días con la intención de purificar sus cuerpos, mientras las mujeres repartían tinto para que nadie estuviera dormido en el momento de la llegada de Jesús.
Sin embargo el día transcurría tan normal como cualquier otro y casi finalizando no había ni asomo de la llegada del salvador.
Algunos discrepantes de esta iglesia contaron a los medios que el pastor Ferrer y su esposa habían hecho el anuncio inicial para el 17 de diciembre, pero después jugaron con la fe de los seguidores indicando que se había aplazado para el 25 de diciembre y después fue nuevamente aplazado para el 28 de enero.
Pero más allá de que se pudiera jugar con las creencias de los habitantes del pueblo las autoridades tienen la sospecha de que todo esto es una fachada para ocultar una muerte al interior de la iglesia desde hace tres meses.
Varias personas aseguraron que algunos fieles han desaparecido y nadie conoce su paradero, al tiempo que el pastor dijo a la gente que “Dios se llevaría a los muertos y después vendría por los salvados”
También se han prendido las alarmas sobre un posible suicidio colectivo aunque el pastor publicó en redes sociales un video desmintiendo esta teoría.
Por su parte los familiares y amigos de los seguidores de esta secta aseguran que desde que forman parte de este grupo han cambiado mucho, se han alejado de su vida acostumbrada, se han vuelto callados e introvertidos, “algo raro está pasando allá”.
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