También en el país del norte ha habido víctimas de Falsos Positivos, manos criminales que pretenden hacer pasar los muertos por delincuentes, la historia es esta:
Un sábado cualquiera en Michoacán aparecieron sin vida en la falda de una montaña, en mayo de 2009, Rosendo Romero de 29 años y Rigoberto Chávez de 38 años.
El teniente coronel Alejandro Zárate Nava ordenó a sus subalternos llamar a la policía de un pueblo cercano e informar que en medio del patrullaje se habían encontrado con un enfrentamiento.
Los hombres fueron recogidos por las autoridades y sin ninguna duda de las declaraciones militares entregaron los cuerpos a sus familiares.
Poco se supo del caso en los medios de comunicación, era una actividad de rutina en una zona donde la lucha contra el narcotráfico cobra muchas vidas y varias de ellas inocentes.
Sin embargo este evento dio paso a muchos episodios de violencia parecidos, al perecer descubrieron una técnica nueva.
Pero la denuncia de la esposa de Rosendo Romero dio un giro a la historia, pues ella denunció que su esposo estaba tomando con unos amigos y que se encontraba con el hijo de ellos, cuando ella vio que era tarde de la noche fue a reclamarle a su esposo por la hora y se llevó el hijo para la casa, después de esto llegaron unos militares hasta donde se encontraban los hombres tomando.
Desde unas cuadras cercanas ella pudo ver a los soldados persiguiendo a Rosendo quien trataba de esconderse en su carro, pero no lo logro, los militares lo llevaron a empujones hasta su vehículo y desde ese momento no supo más de él.
Uno de los amigos de Rosendo rodó con mejor suerte y logró escapar, a pesar de los disparos de los militares y de que no corría con mucha agilidad por los tragos.
En algún punto de la investigación los soldados se vieron forzados a decir la verdad y cambiar las versiones y fue allí donde dijeron que por orden de Zárate Nava salieron de patrulla y en el camino encontraron a Rigoberto a quien le preguntaron por una agresión a unos soldados.
Este negó saber algo y entonces los soldados lo subieron a su carro y lo llevaron a las ‘perreras’ era una caballeriza en la que dormían los perros de los militares, allí se juntaron Romero y Chávez que no se conocían.
Allí permanecieron 2 días sin saber el destino que les esperaba.
El día de su muerte los llevaron al monte, Zarate dio la instrucción de que los mataran a un capitán, pero este se negó tratando de hacer entrar en razón a su superior, pero le prestó atención.
Otros testificaron que la orden de Zarate fue velar porque no hubiera testigos en la zona.
Después de los asesinatos Zárate los reunió y les dijo que los muertos habían asesinado a unos militares días antes y que así es la milicia, se aseguró de que todos tuvieran la misma información y la misma versión.
Debido a estas declaraciones la Fiscalía llamó a Zárate a declarar, entonces empezó toda una novela de versiones, cambio de historias, testimonios falsos y luego verdaderos, de soldados.
Después de confesar, los soldados que dispararon, no solo admitieron haber asesinado los civiles, sino que aceptaron que Romero y Chávez fueron secuestrados durante unos días, después los llevaron a la montaña y simularon el enfrentamiento.
Al final, Zárate negó haber dado la instrucción y nunca se pudo llevar ninguna prueba al juicio que demostrara lo contrario., al parecer evitan investigar la cadena de mando.
Los soldados fueron detenidos, juzgados y condenados a 30 años de cárcel por los asesinatos que cometieron y el teniente fue acusado de dar la orden de asesinato por lo que paga 37 años de cárcel, nunca fue posible encontrar entre las evidencias militares la instrucción de parte de Zárate.
Así la impunidad, la violencia, el narcotráfico y la injusticia siguen gobernando nuestros países.
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