David Vargas fue sentenciado a tres años de cárcel, en Barcelona España, por falsificar bodas, una de ella para recibir una cuantiosa herencia.
El representante de la iglesia tenía un largo historial, entre sus hazañas estaba vender una falsa reliquia de la iglesia a altos costos y la misma varias veces.
A Vargas lo habían expulsado de la iglesia en 2013 cuando lo descubrieron presionando a mujeres de la tercera edad, muy devotas que pasaban sus bienes a nombre de él como representante de la iglesia, se calcula que estas estafas suman más de 3. Millones de euros.
Pero la boda por la que fue atrapado finalmente, fue de un par de novios de la tercera edad, que vivieron juntos durante varios años, pero el señor falleció sin que ellos contrajeran nupcias, sin que dejara testamento, por lo que su fortuna quedaría en manos de dos sobrinos lejanos.
Unos meses después de la muerte del hombre, su excompañera y la hija de ella contactaron a Vargas, le ofrecieron una buena porción de la herencia y él a cambio falsificó un acta de matrimonio para que ella pudieran empezar con los trámites de pasar los bienes a nombre de la ‘viuda’.
Según indicaron las autoridades, al revisar el acta de matrimonio encontraron tantos errores en ella que era casi imposible que ninguna entidad de control lo hubiera notado hasta ahora.
Cuando David se enteró que las autoridades habían hallado en su casa joyas y documentos de bienes que sus feligreses le habían cedido, intentó suicidarse tirándose desde el puente Ronda de Dalt de Barcelona, pero la policía le salvó la vida y tuvo que pagar parte de su condena en un hospital recuperándose de la caída y varías fracturas.
La hija de la mujer quien terminó siendo la dueña de todos los bienes también paga un año de cárcel por el delito de falsedad de documentos.
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