Iván Robles Romero denuncia que un mayor de la policía lo golpeó fuertemente sin ningún motivo, probablemente por ser homosexual.
Robles es dueño de un bar gay en Facatativá Cundinamarca, el fin de semana anterior, recibió una visita de la policía al cierre de la hora de la rumba y le indicaron que le harían un comparendo por pasarse de la hora límite.
Pero le dijeron, según contó Iván en un video en sus redes sociales, que debería ir hasta la estación para firmar allá. Aunque este no es el procedimiento normal, solamente preguntó a los policías si estaba detenido, a lo que ellos respondieron que no, pero que debería ir a la estación.
Al llegar se encontró con el mayor Hernández, contó Robles, que sabía exactamente quién era él y de que establecimiento llegaba, tanto como si lo estuviera esperando, desde el primer momento empezó a recibir insultos e improperios de parte del mayor.
Momentos después le pasó el comparendo para que lo firmara, pero Robles ya había recibido estas sanciones anteriormente, por lo que conoce el procedimiento y nunca le han hecho firmar por lo tanto, se negó a hacerlo y fue en ese momento cuando el mayor empezó a golpearlo.
La hermana de Iván empezó a grabar la situación, pero los agentes le tiraron el celular al piso también de forma agresiva y con insultos.
El propietario del bar recibió golpes, en el estómago, puños en la cara, lo esposaron y le dieron impactos de teaser por lo menos seis veces, sin importarles los gritos de dolor del hombre.
El peor momento llegó cuando en medio de los corrientazos el mayor se paró sobre el tobillo de Robles y le generó fractura en la tibia y el peroné.
Además de los golpes, le tapaban la boca para que no pudiera gritar y lo amenazaban con golpear a su hermana y su madre, lo que no se quedó en amenaza pues las mujeres también fueron agredidas en la estación. Como no paraba de quejarse y tratar de gritar, le metieron la cara en agua sucia con la que habían limpiado los traperos.
Este hecho que Robles considera una muestra clara de discriminación por su orientación sexual dejó a su madre y su hermana con incapacidad de 15 y 12 días de parte de medicina legal, él por su parte tuvo que ser intervenido, le pusieron platina en su pierna y una incapacidad de 65 días en los que esperan que los huesos suelden.
La familia interpuso una denuncia penal por tortura contra el mayor y cinco agentes de la misma estación.
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