“He sido torturado y los muchachos también. Nos han arrancado las uñas, quemado con ácido, puñaladas, golpes y demás” esas fueron las palabras que uno de los ex militares colombianos en Haití envío a su esposa, denuncian graves faltas contra los derechos humanos y piden la ayuda del gobierno.
En pésimas condiciones dicen estar los mercenarios acusados de participar en el asesinato del presidente de haitiano Jovenel Moïse según contaron en algunas comunicaciones que han logrado hacer llegar a sus familiares.
El pasado 30 de julio, viajó a Haití una comisión de la Defensoría del Pueblo a verificar las condiciones de los colombianos, en esta visita lograron que los trasladaran de cárcel, pero al parecer esto solo sirvió para que los maltrataran más en el traslado.
Uno de ellos, envió una carta a su esposa, pidiéndole perdón por los continuos maltratos a los que la sometía, pero ella asegura que nunca fue violento y que está enviando un mensaje en clave para poder decir todo lo que está padeciendo.
“Pedirte disculpas por cómo te trataba cuando llegaba borracho, que te pegaba para escuchar lo que yo quería sin darte la oportunidad de nada”, “También pedirte disculpas cuando quedabas toda herida y me pedías que te llevara al médico y yo no lo hacía, por dejarte días sin comer. Por aquellos momentos en que me suplicabas medicamentos para tus heridas y a mí no me importaba nada. Me acuerdo también que había días que te dejaba sin agua para tomar”, dice la carta en clave que recibió la esposa de uno de ellos.
Los ex militares aseguran que solo les dan comida una vez al día, que les toca dormir entre su propio excremento, rodeados de ratas y cucarachas.
Cuando hicieron el traslado de cárcel los amarraron en parejas y los tuvieron así durante 26 días, para ir al baño, bañarse, comer o cualquier movimiento debían ir amarrados.
Pero lo más preocupante es que han sido torturados para que en sus declaraciones se declaren culpables del acto, cuando ellos aseguran que fueron engañados con respecto a la misión que iban a cumplir en Haití.
Según dijeron sus declaraciones han sido tomadas a lápiz, en muchos casos sin abogados que los acompañen y que el encargado de traducir no tiene buen manejo del español por lo que las declaraciones han quedado incorrectas.
En conclusión, los 18 colombianos temen por su vida y la culpabilidad que les van a aplicar en este caso y piden a la Comisión de Derechos Humanos que interceda por sus condiciones como presos y les permitan un juicio justo.
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