Los malos tiempos les toca hasta las personas más poderosas del mundo, el príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel de Inglaterra tuvo que vender una de sus propiedades para poder pagar el juicio en el que se le acusa de pederastia.
Desde hace años Andrés se ha visto involucrado en el escándalo que protagonizó Jeffrey Epstein acusado de abusar de menores de edad y además prostituirlas de forma obligada para sus amigos que pagaban sumas millonarias para poder estar con las jovencitas. El príncipe Andrés es acusado de ser uno de los mejores clientes de esta red de pederastia y de abusar de menores de edad.
El príncipe está vinculado con el juicio que se lleva en New York, donde la principal testigo es Ghislain Maxwell amiga personal del soberano y compañera sentimental de Epstein.
Por un total de 17 millones de libras esterlinas tuvo que pagar por el chalet ubicado en Suiza que fue propiedad de Andrés durante años, mientras que el nombre del comprador se mantuvo en secreto.
Sin embargo, como cualquier mortal el príncipe no podrá quedarse con el total del dinero de la venta, ya que primero debe cubrir un préstamo que le hicieron para poder justamente comprar esta propiedad.
Antes de entregar la propiedad el nostálgico príncipe viajó a su casa para despedirse de ella y dejarla lista para entregar.
Al parecer el dinero será utilizado en un acuerdo que hizo con Virginia Roberts quien los acusa de abuso sexual. Aunque la defensa Andrés indicó que ya hace unos años la víctima había recibido un dinero de parte de Epstein para no continuar con el proceso.
Por su parte la monarquía ha dejado solo al preferido de la reina en este impase, pues no lo ha apoyado públicamente, pero le quitó todas las responsabilidades monárquicas, además que no le está apoyando económicamente.
Solo el tiempo dirá en qué posición quedará el Príncipe frente a esta vergonzosa situación.
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