La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) atendió en la regional de Sumapaz a seis animales silvestres que fueron confiscados, rescatados y uno entregado voluntariamente en los últimos días en los municipios de Silvania y Fusagasugá.
Entre las especies recuperadas por la entidad hay dos flamencos (Phoenicopterus roseus) que eran tenidos como mascotas en una finca ubicada cerca al sector de Catama en Fusagasugá.
Las aves, que fueron rescatadas en un operativo conjunto con la Policía Nacional, estaban en regulares condiciones de salud debido a que llevaban en cautiverio alrededor de 15 años, según indagaciones preliminares.
“Estos animales se alimentan principalmente de crustáceos, moluscos y algas. No obstante, en ese lugar les daban maíz, zanahoria, remolacha rayada y concentrado para gallinas molido.
Ante esta situación registran un déficit nutricional alto y decoloración en sus plumas”, explicó Germán Aya Pabón, médico veterinario de la CAR Cundinamarca.
El funcionario informó además que los dos flamencos registraban cortes en sus alas para impedirles el vuelo, por lo que, según César Ramírez, director de la CAR regional Sumapaz, la entidad iniciará un proceso contra los responsables.
“Adelantaremos el informe técnico y jurídico respectivo e iniciaremos el proceso sancionatorio contra los implicados en este caso”, dijo.
Por otro lado, los profesionales de la Corporación recuperaron una babilla en un conjunto residencial ubicado en la vereda Panamá del municipio de Silvania tras el llamado de la comunidad a la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata).
El reptil juvenil fue hallado, según el reporte, en inmediaciones de la quebrada El Fincal y trasladado posteriormente a las instalaciones de la Dirección Regional Sumapaz.
“La babilla registraba un alto grado de improntación (domesticación) por lo que es posible que la tuvieran como mascota”, expresó Aya.
De igual manera, el Cuerpo de Bomberos de Fusagasugá rescató un mono nocturno (Aotus) en el barrio Obrero de Fusagasugá el cual, de acuerdo con la comunidad, cayó de un árbol.
El primate fue transportado a la CAR para que expertos realizaran su valoración y, una vez adelantado el procedimiento, se estableció que el mamífero tenía una lesión en su pata derecha y presentaba cierto grado de domesticación.
Así mismo fue entregada voluntariamente una tortuga morrocoy (Chelonoidis carbonaria) por una persona que dijo hallarla en un lote cercano al conjunto residencial Fontanar en Fusagasugá. El reptil presentaba deficiencia nutricional, según el diagnóstico adelantado por los profesionales de la entidad.
También los uniformados de la Policía Ambiental rescataron un loro caique de cabeza negra (Pionites melanocephalus) que permanecía enjaulado frente a una casa en el barrio Camino Real de Fusagasugá y que fue llevado a las instalaciones de la entidad para su valoración y tratamiento.
“Todos los animales que llegaron a nuestra dirección regional fueron trasladados al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre ubicado en Tocaima, donde contamos con profesionales idóneos y equipos especializados para su efectiva rehabilitación”, aseguró César Ramírez.
El directivo afirmó que el alto número de animales silvestres fuera de su hábitat reportados en esa región obedece a fenómenos como el desplazamiento por cuenta de la pérdida de su ecosistema porque las personas talan y acaban con los bosques para sembrar o introducir ganado.
Por su parte, Germán Aya atribuye esta situación a que aún quedan muchos animales exóticos que trasladaron a la región algunas personas dedicadas al negocio ilegal del narcotráfico, y que la gente encontró y no quiere entregar por su belleza física, canto o simple rareza.
No obstante, el médico veterinario de la CAR destacó que, gracias a las campañas pedagógicas contra el tráfico de fauna silvestre emprendidas con las comunidades, en alianza con las Umatas, secretarías de agricultura y ambiente, los Cuerpos de Bomberos y la Policía Nacional en los municipios, las entregas voluntarias y las denuncias han aumentado.