• lun. Jul 14th, 2025

En un potrero de la vereda El Salitre, en Simijaca (Cundinamarca), los vecinos se llevaron una gran sorpresa: encontraron escondida entre los arbustos a un ave imponente que parecía asustada y sin poder volar. Se trataba nada más y nada menos que de un Milano del Misisipi, una especie migratoria que recorre miles de kilómetros cada año.

De inmediato, la comunidad dio aviso a la CAR (Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca), que envió a su equipo desde la dirección regional de Ubaté para atender el caso. Al revisar al ave, los expertos notaron que tenía dificultades para mover su ala derecha, posiblemente por un golpe recibido durante una maniobra de caza.

Con mucho cuidado, el Milano fue trasladado a la Universidad Nacional de Colombia, donde ahora recibe atención médica especializada. Según los veterinarios, su evolución ha sido positiva y, si todo sigue bien, pronto podrá volver a emprender vuelo.

Este tipo de ave rapaz, que mide entre 36 y 38 centímetros, suele migrar en esta época del año desde el sur de Estados Unidos hasta Argentina, en busca de climas más cálidos y alimento abundante para sobrevivir al invierno del hemisferio norte. ¡Una travesía de más de 10.000 kilómetros!

“La biodiversidad no tiene fronteras. Esta vez se trató de un ave migratoria que necesitaba nuestra ayuda, y como autoridad ambiental tenemos el deber de protegerla”, afirmó Julio César Sierra León, representante de la CAR.

Solo en lo que va del año, la CAR ha logrado rescatar 305 animales silvestres en distintos municipios de Cundinamarca, gracias al trabajo conjunto entre las comunidades y los profesionales de la entidad. Un esfuerzo que sigue dando frutos en la protección y conservación de nuestra fauna.

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